El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el suizo Peter Maurer, alertó hoy de que la brecha entre la ayuda que ese organismo está entregando en Siria y las necesidades de la población "se incremente cada día".

"La brecha entre lo que podemos hacer y lo que deberíamos hacer se incrementa cada día", denunció Maurer, de visita en EEUU, durante una conferencia en Washington.

Maurer calificó de "considerable" la expansión del conflicto armado en Siria durante los últimos seis meses y sostuvo que hay muchos "espacios vacíos" tanto en ese país como en los vecinos, plagados de refugiados, "donde la comunidad internacional y el Comité no pueden responder adecuadamente a las necesidades de la población".

El presidente del CICR, que accedió al cargo en julio de 2012, señaló varios "indicadores de emergencia" que reflejan el empeoramiento de la situación en Siria.

Entre ellos citó el hecho de que el número de muertos por causas ajenas al conflicto está aumentando considerablemente, lo que significa "que el sistema de salud está desintegrándose", al igual que el social y el económico.

Además, Maurer detalló que las caravanas de ayuda humanitaria tardan ahora días o incluso semanas en desplazarse desde Damasco a otras zonas del país, frente a las 2 ó 3 horas de antes, "porque hay que negociar con los grupos armados" durante el recorrido.

Otro factor "alarmante", según el presidente del CICR, es que ningún actor humanitario tiene la posibilidad de estar presente en todo el país y, por tanto, nadie tiene un cuadro completo del conflicto.

"¿Por qué se está radicalizando el conflicto?", preguntó Maurer al denunciar las "violaciones sistemáticas del derecho internacional", con asaltos a hospitales, escuelas y mezquitas, y "ataques deliberados contra médicos y enfermeras".

Cada una de las partes en conflicto "está inspirada por la ambición y la ilusión de que es capaz de ganar militarmente este conflicto", respondió a sí mismo Maurer.

A su juicio, solo "una mayor presión política" de la comunidad internacional sobre el régimen de Bachar al Asad y los rebeldes que combaten contra el mismo "permitirá a los actores humanitarios hacer mejor su trabajo y llegar a más zonas en Siria".

Pese a las alertas, el presidente del CICR dijo que la peor crisis humanitaria de la actualidad no es la que se vive en Siria, sino las asociadas a "conflictos olvidados" en el este de la República Democrática del Congo, Somalia, el sur de Yemen y la región del Sahel, entre otros.