El desalojo de las acampadas de los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi ha ocasionado una matanza en El Cairo. Los Hermanos Musulmanes han informado en la mañana del miércoles que al menos 300 personas han muerto este miércoles durante el asalto de las fuerzas de seguridad a las dos acampadas de protesta de los seguidores de Mohamed Mursi.

Los Hermanos Musulmanes, grupo al que perteneció Mursi hasta que accedió a la presidencia de Egipto, habían asegurado en su página web que al menos 200 manifestantes habían fallecido en el ataque de la policía contra la acampada de la plaza de Rabea al Adauiya por armas de fuego. Las últimas informaciones de fuentes islamistas elevaron la cifra a 300.

Un periodista de la agencia France Presse ha podido contabilizar esta mañana 43 cadáveres en una de las morgues próximas a la acampada de Rabaa al Adauiya, todos ellos de hombres. En el hospital algunos heridos presentaban lesiones como disparos en la cabeza. Los médicos se concentraban en los casos de quienes podían salvar la vida.

Los islamistas han informado también de que la policía ha detenido a varios manifestantes.

El Ministerio de Sanidad egipcio, por su parte, ha confirmado la muerte de 13 personas, mientras que el de Interior ha informado que cinco de las víctimas mortales son agentes de policía.

La Hermandad Musulmana mantiene el desafío y ha pedido a sus seguidores que continúen en la calle demostrando su descontento.

Las autoridades egipcias han suspendido la circulación de trenes, tanto entrantes como salientes, para dificultar los movimientos de los partidarios del depuesto presidente Mursi. El banco central egipcio ha ordenado que las agencias bancarias del país que adelanten el cierre al mediodía.

Las autoridades comenzaron al amanecer este miércoles la operación para desmantelar las protestas en las plazas de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser, y en la del Nahda, en Giza. Horas después, el desalojo se había dado por concluido en Nahda, mientras que continuaban los enfrentamientos en Rabea al Adauiya.

Excavadoras contra tiendas de campaña

Los manifestantes prendieron fuego a neumáticos y lanzaron piedras contra los efectivos gubernamentales. En el desalojo se emplearon carros blindados del Ejército, mientras que allí varias excavadoras destrozaban las barricadas y las tiendas de campaña de los manifestantes, entre los cuales se encuentran mujeres y niños.

Los Hermanos Musulmanes, la influyente formación de Mursi que había ganado las elecciones legislativas un año después de la caída del autoritario Hosni Mubarak, ha llamado a "los egipcios a tomar la calle para parar la masacre".