A aquellos que decían que la corrupción y el desprestigio del Congreso de Colombia aún no habían tocado techo, los hechos empiezan a darles la razón. En pleno auge del escándalo conocido como parapolítica (65 diputados investigados y 32 en la cárcel por sus vínculos con los grupos paramilitares), la fiscalía colombiana ha hallado indicios de que también hay congresistas relacionados con las FARC. De momento, tres, pero todo apunta a que son solo la punta del iceberg.

El fiscal general, Mario Iguarán, se basa en documentos hallados en el ordenador de Raúl Reyes, el número dos de las FARC abatido por el Ejército colombiano en territorio de Ecuador.