Fuerzas combinadas de los ejércitos iraquí y estadounidense culminaron ayer una gran operación de búsqueda y captura de presuntos terroristas en Bagdad que se saldó con la detención de cerca de 300 sospechosos. Entretanto, los insurgentes acabaron con la vida de al menos 30 personas en diferentes atentados. Uno de los más mortíferos --un coche bomba junto a un restaurante-- mató a 8 personas y dejó heridas a unas 100.

La operación militar, la de mayor envergadura llevada a cabo hasta ahora en la capital, arrancó la noche del domingo. Participaron más de 15.000 soldados iraquís, tres comandos especiales de la policía y un número desconocido de militares de EEUU.

El ataque contra el restaurante Habayibna se produjo a mediodía. Al parecer, el blanco del coche bomba eran los policías que iban a almorzar. A última hora de la tarde, un coche bomba acabó con la vida de por lo menos 11 personas a la salida de una mezquita shií en Mahmudiya.

En otro ataque insurgente, un camión con explosivos, estalló junto al Ayuntamiento de Tuz Jurmatu y mató a cinco personas. En Samarra y Mosul, murieron cuatro iraquís. En otro atentado, murió Wael al Rubaei, alto funcionario de Seguridad Nacional.