El concurso de Miss Mundo no logra superar la crisis a la que se vio arrastrado en Nigeria. A salvo en Londres, las misses aún no saben si conseguirán desfilar el 7 de enero. Las grandes salas londinenses están comprometidas y, además, la organización tiene que enfrentarse a las críticas de feministas partidarias de la suspensión del certamen.

Aunque ni las misses ni los organizadores son responsables de lo ocurrido en Nigeria, el abultado saldo de víctimas --220 muertos, 1.200 heridos y 30.000 desplazados-- justifica, según las feministas, una actitud de duelo. La actriz y diputada laborista Glenda Jackson afirmó que "tras los sangrientos enfrentamientos lo mejor sería cancelar el concurso". La feminista australiana Germaine Greer y las escritoras Kathy Lette y Muriel Gray añadieron: "Estas chicas exhibirán bañadores salpicados de sangre".