La exsoldado estadounidense Kimberly Rivera, que escapó a Canadá para evitar ir de nuevo a la guerra de Irak, se ha declarado este martes culpable de deserción ante un tribunal militar y ha sido sentenciada a 10 meses de prisión, según ha informado el canal de televisión local de Colorado KKTV.

Rivera, de 30 años de edad y madre de cuatro hijos, fue acusada de huir a Canadá en febrero del 2007, en mitad de un permiso de dos semanas durante su despliegue en Irak.

La soldado de infantería dijo en el tribunal militar que la juzgaba que se había desilusionado con las razones de la guerra de Estados Unidos en Irak.

Una vez en Canadá, Rivera solicitó la residencia permanente, pero las autoridades del país vecino ordenaron a ella y a su familia que abandonaran el país bajo pena de ser deportados a comienzos del 2009. Rivera finalmente fue detenida nada más cruzar la frontera el pasado año.

Rivera, la primera soldado de infantería que desertó a Canadá, se enfrentaba en el consejo de guerra a cinco años de prisión y expulsión con deshonor de las Fuerzas Armadas.