Para las autoridades de EEUU, Aziz El Bakri está "desaparecido". Hasta que el cuerpo no sea identificado, el marroquí residente en España no será dado por muerto. Los agentes de EEUU dicen no haber visto el cadáver, que fue enterrado para cumplir el precepto islámico de que los muertos deben ser enterrados antes de tres días, y porque se estaba descomponiendo en las cámaras frigoríficas sin electricidad.

La única documentación hallada en el cadáver de El Bakri era su permiso de residencia en España. Ni rastro del pasaporte que podría haber sido confiscados por las autoridades iraquís.