La muerte de civiles en Afganistán a causa de bombardeos estadounidenses fue una inoportuna invitada en la cumbre que ayer celebró en Washington Barack Obama y los presidentes afgano, Hamid Karzai, y paquistaní, Asif Alí Zardari. La cumbre estaba pensada para dar en público una imagen de unidad en la lucha contra el terrorismo, y para que en privado la Administración de Obama repasara su larga lista de motivos de preocupación con la gestión de ambos presidentes.

Pero tanto Obama como, antes que él, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, tuvieron que disculparse por la muerte de civiles ante un indignado Karzai. "Cualquier pérdida de vidas inocentes es particularmente dolorosa. Lamentamos profundamente esa pérdida", aseguró Clinton, mientras que Obama reiteró que se trabajará para que en la lucha contra Al Qaeda y los talibanes no haya bajas civiles.

Obama se mostró "satisfecho" de que tanto Karzai como Zardari entiendan "los retos" a los que se enfrenta la zona y que hayan aceptado "dar pasos hacia una colaboración" entre ambos países, además de reiterar el compromiso de EEUU. El presidente afirmó que más tropas y recursos son necesarios en la zona y que Karzai y Zardari están "comprometidos" en la lucha contra los extremistas.

Y es que el objetivo de la cumbre era presionar a Karzai y Zardari para que colaboren en la lucha contra los talibanes y Al Qaeda. La Casa Blanca ve con preocupación el auge de la amenaza de los talibanes en Pakistán y critica lo que considera concesiones de Islamabad a los islamistas, antes de que se abriera el pulso que ahora mantienen contra el Ejército paquistaní en el valle de Swat.

FALTA DE CONFIANZA Respecto a Karzai, la Administración de Barack Obama no confía en el presidente afgano de la misma forma en la que lo hacía la Administración de Bush, y critica su debilidad con los señores de la guerra y su vista gorda con la corrupción en todos los estamentos sociales. Dado que Afganistán y Pakistán han sustituido a Irak como la piedra angular de la política exterior estadounidense, se entiende que la Casa Blanca quiera presionar a ambos presidentes para que la situación no se deteriore.

Por eso, Clinton presentó en términos muy entusiastas la firma de un principio de acuerdo para mejorar las relaciones comerciales y de transporte entre ambos países que incluye, entre otros múltiples proyectos, la construcción de una autopista. "Pakistán y Afganistán somos hermanos siameses. ... Afganistán hará todo lo posible para apoyar la paz y la prosperidad de los dos países", dijo Karzai. "Juntos afrontaremos el desafío" talibán, dijo Zardari.