Más de 20.000 civiles han perdido la vida en los últimos combates de la guerra civil en Sri Lanka, en su mayoría como consecuencia de los disparos de artillería de las tropas gubernamentales, según ha denunciado hoy el diario británico The Times. Según documentos a los que ha tenido acceso el rotativo, entre ellos fotografías aéreas, de las que publica algunas, el ejército srilankés lanzó una durísima ofensiva a finales de abril que duró unas tres semanas y que se cobró la vida de miles de civiles. Documentos confidenciales de las Naciones Unidas a los que también ha tenido acceso el periódico revelan que cerca de 7.000 civiles han fallecido en la zona de alto el fuego hasta finales de abril. Fuentes de la ONU ha asegurado que a partir de ese momento aumentaron las muertes de civiles con una media diaria de 1.000 hasta el 19 de mayo, día en que resultó muerto Velupillai Prabhakaran, líder de los Tigres Tamiles. Campo de refugiados

Estas cifras concuerdan con los cálculos del padre Amalraj, un sacerdote católico que huyó de la zona de alto el fuego el 16 de mayo y que está ahora con otros 200.000 supervivientes en el campo de refugiados de Manik Farm. Las autoridades de Sri Lanka han manifestado que sus fuerzas suspendieron el uso de artillería pesada el 27 de abril y respetaron la zona de alto el fuego donde habían encontrado refugio 100.000 civiles tamiles, muchos de ellos mujeres y niños. Además, han culpado a los Tigres Tamiles de todas las víctimas ya que, según las autoridades, los rebeldes se habían ocultado entre la población civil. Una de las fotografías publicadas por el diario muestra la destrucción de un campo de refugiados, mientras que en otras aparecen los emplazamientos de los Tigres Tamiles cerca de ese campamento. Fuego de mortero y artillería

Expertos militares independientes que han analizado docenas de fotografías aéreas obtenidas por The Times han afirmado que por las posiciones respectivas de las fuerzas gubernamentales y de los rebeldes tamiles, parece muy improbable que el fuego de mortero y la artillería de estos últimos causaran un número elevado de muertes. Charles Heyman, director de la revista Armed Forces of the UK, ha señalado que lo más probable es que el fuego principal viniera de los morteros y otras armas del Ejército srilankés. Un portavoz diplomático del país ha negado en Londres las acusaciones del periódico y ha dicho que "si han muerto civiles es por las acciones de los rebeldes que se dedicaron a matar a quienes trataban de escapar".