El estallido hoy de enfrentamientos esporádicos en Saná entre milicianos del líder tribal Sadeq Abdalá al Ahmad y fuerzas de seguridad yemeníes han amenazado la tregua anunciada ayer por el dirigente tribal. Según informaron testigos a Efe, se escucharon al menos seis explosiones en el barrio Al Hasba, donde reside Al Ahmar, y que fue escenario de violentos enfrentamientos entre el lunes y el jueves entre los partidarios del jefe tribal y la Policía. Las fuentes indicaron que los milicianos establecieron puestos de control en las calles que conducen a la avenida donde está situada la casa de Al Ahmar, uno de los símbolos de las fuerzas opositoras que piden la caída del presidente Alí Abdalá Saleh. Por su parte, habitantes de la avenida Mareb, próxima a la zona de los tiroteos, señalaron que las autoridades les habían pedido que abandonaran la zona, ante la posibilidad de que se reanuden los choques, que dejaron al menos 85 víctimas mortales. Las fuentes agregaron que a pesar del alto el fuego, que entró en vigor la noche del jueves, habitantes de la capital continúan abandonado la ciudad hacia zonas que consideran más seguras. El Ministerio de Defensa yemení informó en su página web de que las fuerzas de seguridad y la Guardia Republicana han cerrado los accesos a la capital para impedir la entrada de más combatientes de Al Ahmar. Mientras tanto, los milicianos fieles al jefe tribal aún controlan las sedes de los Ministerios de Administración Local, Comercio, Turismo y de la agencia oficial de noticias Saba, entre otras instituciones estatales. El conflicto armado estalló el lunes después de que el presidente Ali Abdalá Saleh rechazara por tercera vez firmar una iniciativa presentada por el Consejo de Cooperación del Golfo, que incluye la renuncia al poder del mandatario para poner fin a la crisis política que atraviesa el país.