El Parlamento Europeo ratificó ayer por una amplia mayoría el nuevo acuerdo entre la Unión Europea (UE) y EEUU que permitirá a Washington volver a tener acceso desde el próximo 1 de agosto a los datos personales de las transferencias financieras en el marco de la lucha antiterrorista. El acuerdo fue ratificado por 484 votos a favor, 109 en contra y 12 abstenciones.

La Eurocámara anuló el anterior acuerdo en febrero porque violaba la legislación europea y dejó a EEUU sin acceso a los datos informáticos de las transferencias financieras de 8.000 entidades de todo el mundo gestionadas por la sociedad SWIFT.

El nuevo acuerdo obliga a EEUU a explicar cada una de sus peticiones de datos y establece una verificación por parte de la agencia policial Europol de que la demanda está justificada por sospechas fundadas de vínculos terroristas. La consulta de los datos personales cedidos estará supervisada in situ por un representante de la Comisión Europea. Los datos deberán conservarse aislados, protegidos y desconectados de otros sistemas informáticos. EEUU podrá conservar los datos durante cinco años y cederlos a otros países con la autorización del estado de origen del ciudadano afectado.

Los grupos popular, socialista, liberal y euroescéptico consideraron que las salvaguardas introducidas en el nuevo acuerdo constituyen una sustancial mejora y una adecuada protección para los ciudadanos.

CRITICAS Los grupos verdes, izquierda unitaria y eurófobos rechazaron el texto porque siguen cediéndose a EEUU datos en bloque y no individualizados, porque es una autoridad policial y no judicial quien verifica la justificación de la petición norteamericana y porque los ciudadanos carecen de un control y un recurso efectivo contra el mal uso de esos datos, ya que para ello deberán emprender un costosísimo proceso judicial en EEUU.

La Eurocámara aprobó ayer la puesta en marcha del nuevo servicio exterior de la UE, que contará con unos 6.000 funcionarios, diplomáticos y expertos repartidos en más de 150 delegaciones. Este nuevo cuerpo diplomático europeo es una de las grandes innovaciones introducidas por el Tratado de Lisboa.