Tras meses de investigaciones que le obligaron a dimitir de su cargo en septiembre del pasado año, el ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha sido imputado por varios casos de corrupción.

La Fiscalía del Tribunal de Distrito de Jerusalén acusó hoy formalmente a Olmert en los casos conocidos como Rishon Tours, Sobres de efectivo y el Centro de Inversiones, ha informado el servicio de noticias israelí Ynetnews.

La asistente y exjefa de despacho de Olmert, Shula Zaken, también será imputada por varios cargos, entre otros el de escuchas ilegales.

FACTURAS DUPLICADAS

En el caso de la agencia de viajes Rishon Tours, la Fiscalía acusa al exjefe del Gobierno israelí de haber presentado facturas duplicadas a distintos organismos e instituciones relacionadas con los desplazamientos al extranjero realizados entre 1993 y 2003, cuando era alcalde de Jerusalén.

Al parecer, la agencia duplicaba los billetes y gastos de hotel, lo que reportaba unos beneficios que se depositaban en una cuenta privada a nombre del primer ministro, que después se usaba para costear sus vacaciones y las de sus familiares.

Además, la Fiscalía acusa a Olmert de haber recibido durante una década grandes sumas de dinero del empresario estadounidense Morris Talansky, en el caso conocido como los Sobres de Efectivo. El exdirigente israelí podría haber incurrido en los delitos de fraude, abuso de confianza, evasión de impuestos, violación de la llamada Ley del Regalo y no declaración de ingresos.

ANTES DE SER PRIMER MINISTRO

Olmert también habría incurrido, según la Fiscalía, en los delitos de conflicto de intereses, ruptura de la confianza y fraude al conceder favores personales y beneficiar desde su cargo a su ex socio y amigo Uri Messer, en el caso conocido como el Centro de Inversiones. Los delitos habrían ocurrido cuando era alcalde de Jerusalén y ministro de industria, antes de asumir la presidencia del Gobierno en el 2006.

El exprimer ministro israelí ha reiterado públicamente su inocencia, aunque ello no impidió que se viese obligado el pasado año a dimitir tanto de la jefatura del Ejecutivo como de la presidencia de su partido, el Kadima, lo que derivó en una convocatoria de elecciones generales y un cambio de Gobierno en el país.