La Fiscalía boliviana dictó este miércoles una orden de detención contra el expresidente Evo Morales en el marco de una causa por "sedición y financiamiento al terrorismo". La denuncia fue presentada por el ministro interino del Interior, Arturo Murillo, quien al asumir su cargo había prometido salir a la "caza" de los funcionarios de la Administración saliente.

Murillo sostuvo que Morales es el responsable de los 35 muertos derivados de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad tras el golpe de Estado. El detonante de la investigación ha sido una charla telefónica entre Morales y el dirigente cocalero Faustino Yucra en la que supuestamente coordinan acciones contra el Gobierno de facto. Morales, quien en ese momento se encontraba en México, consideró que esa conversación ha sido digitalmente armada.

El exmandatario renunció a su cargo presionado por el Ejército después de que un una auditoría de la Organización de los Estados Americanos (OEA) detectara "serias irregularidades" en las elecciones del 20 de octubre que lo habían dado vencedor en primera vuelta. En la actualidad, Morales se encuentra como refugiado político en Argentina, desde donde prepara la campaña electoral de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) con vistas a los comicios previstos para marzo o abril del 2020.