Los diputados franceses han aprobado hoy el polémico proyecto de ley de reforma de las pensiones que incluye el retraso de la edad de jubilación hasta los 62 años, considerado el proyecto estrella del mandado del presidente Nicolas Sarkozy.

El texto fue adoptado tras un duro debate parlamentario, que se extendió durante toda la noche y que fue interrumpido por el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, para evitar el retraso del voto.

La reforma de las pensiones recibió 329 votos a favor, los de la mayoría conservadora de la UMP, mientras que se opusieron sus socios del Nuevo Centro y la oposición de izquierda, que totalizaron 233 sufragios. El Gobierno defiende hacer trabajar a los franceses durante más tiempo, como ocurre con sus vecinos europeos, para asegurar las necesidades de financiación, que se calculan en 70.000 millones de euros desde ahora hasta el 2030.

El texto deberá ahora ser debatido por los senadores antes de su adopción definitiva el próximo 23 de septiembre, fecha en la que está convocada una nueva jornada de huelgas y manifestaciones.