Edad: 50 años.Lugar de nacimiento: Detmold (Renania del norte-Westfalia).Formación: Doctor en Derecho y Ciencias Políticas.Filiación política: SPD, socialdemócrata.Cargo anterior: Secretario de Estado responsable de los servicios secretos.

Los últimas encuestas confirman que el ministro de Exteriores alemán, el socialdemócrata Frank Walter Steinmeier, es junto con la cancillera Angela Merkel uno de los políticos mejor valorados por sus conciudadanos. Se habla incluso de que podría convertirse en el candidato a canciller de su partido en las próximas elecciones. Steinmeier, actual presidente del Consejo de la Unión Europea (UE), ha conseguido mejorar las relaciones de su país con todo el mundo, incluso con EEUU después del distanciamiento provocado por la guerra de Irak.

-- ¿Cuál es el primer balance después de cuatro meses de presidencia alemana de la UE?

-- Creo que podemos estar satisfechos con lo logrado en la primera mitad de la presidencia, y lo digo no solo por los resultados concretos. También porque me acuerdo muy bien de la fase de estancamiento con la que comenzamos y de las enormes dudas que había sobre las posibilidades de poner nuevamente en marcha los asuntos europeos. Lo conseguido no es un éxito solo de la presidencia alemana, ya que en estos meses ha crecido la conciencia de que no podíamos seguir como estábamos y de que necesitábamos capacidad de maniobra para consolidar la Europa de los 27 y afrontar los desafíos del siglo XXI.

-- ¿Cuáles son esos desafíos?

-- Varios, pero yo destacaría las cuestiones relacionadas con la política energética y el cambio climático. La cumbre europea mostró que se podía avanzar y hemos adoptado decisiones valientes en el Consejo Europeo. Incluso diría que podemos hablar de decisiones que marcan pauta, por ejemplo sobre la reducción del CO2.

-- Acaba de regresar de América Latina y allí España ha dado un paso importante al reabrir sus relaciones con Cuba. ¿Se distancia España de Europa, o es el primer paso para una nueva política europea?

-- El paso que ha dado el ministro Moratinos no es una afrenta a la UE. España entiende que tiene una relación especial con los países latinoamericanos y eso se justifica por su vínculo histórico con la región.

-- Cuba acapara nuevamente la atención internacional. ¿Cómo ve usted el futuro de la isla?

-- Creo que Cuba necesita una apertura y, cuando se discute sobre la efectividad de mantener un boicot, quiero decir que, por parte de la UE, no hay tal boicot. Lo que hay es el deseo de que quienes tengan la oportunidad de mantener conversaciones políticas en Cuba también puedan hablar con representantes de la minoría y de la oposición, y esto no resulta muy fácil.

-- ¿Cuáles son sus deseos en relación con Cuba?

-- Deseo fervientemente que haya un mayor desarrollo que el conocido hasta ahora. Podría ser que las jóvenes generaciones de políticos cubanos, que han tenido acceso al poder, orienten el país hacia la apertura. Hay algunos signos en esa dirección. Sin esa apertura, Cuba no podrá impulsar el desarrollo económico que necesita para el bienestar de su gente. Vamos a estudiar el tema en el próximo Consejo de la Unión Europea, antes de junio, y estoy seguro de que adoptaremos acuerdos en los que quedará claro que la UE, como organización, está dispuesta a apoyar el cambio.

-- ¿Qué importancia tiene América Latina para la UE?

-- Por diferentes razones, se ha convertido en un interlocutor muy importante, y esa proximidad es buena. Nos necesitamos en este mundo cambiante desde la perspectiva de la globalización, en la que ningún país, incluso ningún continente, puede afrontar por sí solo problemas como el cambio climático, la desertización o los movimientos migratorios. A ello se añade el punto de vista económico, ya que Europa, y Alemania como parte de Europa, vive de su economía de exportación.