LOS ORIGENES

A finales de los 50, el Reino Unido, Francia, EEUU y la Unión Soviética empezaron a plantearse el desarrollo de un avión supersónico. A principios de los 60 se había diseñado un prototipo, pero el coste era tan alto que los gobiernos buscaron la cooperación internacional. El 28 de noviembre de 1962, el proyecto quedó en manos de la británica British Aircraft Corporation (BAC) y la francesa Aerospatiale.

LA PRIMERA PRUEBA

El Concorde realizó la primera prueba sobre Toulouse el 2 de marzo de 1969. El 1 de octubre del mismo año, en otra prueba alcanzó por primera vez velocidades supersónicas.

VUELOS COMERCIALES

La crisis del petróleo de los 70 y un accidente del competidor soviético Túpolev TU-144, provocó que algunas compañías cancelaran sus pedidos. British Airways y Air France se convirtieron en los únicos operadores del Concorde. El 21 de enero de 1976 se iniciaron los primeros vuelos comerciales en las rutas Londres-Bahréin y París-Río.

EL FINAL

El coste de mantenimiento, la escasez de pasajeros (el billete costaba 7.000 euros) y el accidente de Air France acabaron sentenciando al avión. El 30 de mayo del 2003, el último Concorde de Air France aterrizó en Nueva York. El 24 de octubre, British Airways operó el último vuelo de un Concorde de Nueva York a Londres.