Al día siguiente de que Israel suspendiera la transferencia mensual de 40 millones de euros (más de 6.600 millones de pesetas) de dinero perteneciente a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como represalia a la victoria electoral de Hamás, Irán, los Hermanos Musulmanes y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) llamaron ayer a ayudar económicamente a la ANP, que caerá en bancarrota si Occidente corta su ayuda.

El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, aprovechó una reunión con el dirigente de Hamás en el exilio, Jaled Meshaal, para pedir a los países musulmanes una aportación anual a la ANP. Los Hermanos Musulmanes han lanzado una campaña de donación entre sus afiliados. El enviado especial de la ONU a Oriente Próximo, Alvaro de Soto, criticó la decisión israelí porque el dinero congelado "pertenece a la ANP".