La inacabable crisis de Oriente Próximo dio ayer un nuevo y peligroso vuelco. Israel acusó directamente a Siria del atentado suicida que el viernes por la noche causó cuatro muertos en una discoteca de Tel-Aviv, una acción que se atribuyó la Yihad Islámica en la ciudad cisjordana de Tulkarem, y desde Beirut.

"Tenemos pruebas que relacionan directamente a Siria con este atentado", declaró el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, durante una reunión de altos responsables de seguridad. La tesis que defiende Israel es que un comando de la Yihad Islámica de Tulkarem cumplía órdenes de Siria. El liderazgo de la Yihad Islámica en los territorios ocupados, situado en Gaza, había negado su implicación en el atentado, del que la Autoridad Nacional Palestina responsabilizó durante todo el día a Hizbulá.

GRABACION TERRORISTA En un vídeo distribuido por la Yihad, el suicida --Abdalá Badran, un joven de 22 años de Tulkarem-- dice poco antes de cometer el atentado que éste tiene como objetivo "atacar a la ANP, que actúa siguiendo los intereses norteamericanos". En el Líbano, un dirigente de la Yihad en el exilio admitió que la organización islamista cometió el atentado a causa "de las violaciones israelís de la tregua", en referencia a la muerte de varios palestinos en altercados con el Ejército, y a las detenciones efectuadas desde la cumbre del pasado 8 de febrero.

La autoría de la Yihad deja en una situación delicada al presidente palestino, Mahmud Abbás (alias Abú Mazen ), que ayer se desayunó con la repulsa internacional al atentado. Tanto Abú Mazen como responsables palestinos se apresuraron a desviar la responsabilidad del atentado a "una tercera parte", en palabras del líder palestino, que se refería a la milicia libanesa Hizbulá.

"Me alegra saber que los grupos palestinos han negado la autoría del ataque, pero existe una tercera parte que desea sabotear el proceso de paz y destruir los intereses palestinos", dijo Abú Mazen antes de conocer el vídeo de la Yihad. Fuentes de la seguridad palestina señalaron a Hizbulá, a pesar de que la milicia había negado su implicación.

DETENCIONES Sabedora de que está en el punto de mira, la ANP se apresuró a anunciar la detención de dos personas relacionadas con el atentado. El Ejército israelí fue más rápido, y previamente había arrestado a cinco personas, entre ellas dos hermanos del suicida y el imán de la aldea de Tulkarem, donde vivía.

El primer ministro palestino, Ahmed Qurei, anunció que no viajará el martes a Londres, para asistir a la conferencia internacional sobre las reformas de la ANP, por la "situación de seguridad" en los territorios palestinos. Sí irá Abú Mazen.