Israel vive con preocupación la situación en Egipto, su mejor aliado en la región, dada la incertidumbre que existe sobre qué cambio político surgirá de la revuelta popular. Según publica este lunes el rotativo israelí Haaretz, el Gobierno de Tel-Aviv está presionando a Estados Unidos y a la Unión Europea, que se han manifestado a favor de una transición ordenada y de un cambio democrático, para que den apoyo al régimen del presidente Hosni Mubarak.

Según Haaretz, Israel ha enviado mensajes confidenciales a EEUU y a los países europeos en los que les pide ayuda para garantizar la estabilidad del régimen. En dichos mensajes, el Gobierno hebreo subraya que es "de interés para Occidente" y para "la unidad de Oriente Próximo mantener la estabilidad del régimen en Egipto". "Es necesario frenar las críticas públicas contra Mubarak", subraya el mensaje, que ha sido enviado este pasado fin de semana, según el rotativo.

PRESERVAR LA PAZ

Un portavoz del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha rechazado comentar esta información. Hasta el momento el Gobierno de Israel había optado por el silencio ante las masivas manifestaciones populares contra Mubarak. Netanyahu había ordenado incluso a sus ministros que se abstuvieran de hacer declaraciones sobre este asunto. El primer ministro hizo sus primeras manifestaciones al respecto el domingo y en ellas se limitó a decir que Israel quiere preservar la paz con Egipto así como "la estabilidad y la seguridad regional". "La paz con Egipto dura ya más de 30 años. Nuesto objetivo es que continúe", apuntó Netanyahu.

Egipto e Israel firmaron en 1979 un acuerdo de paz que incluía la retirada de los israelís de los territorios egipcios conquistados por el Ejército hebreo durante la guerra de junio de 1967. Aunque esta paz ha sido considerada siempre como "fría, limitada a las relaciones diplomáticas", lo cierto es que ha resistido dos guerras en El Líbano (1982 y 2006), dos intifadas palestinas (1987 y 2000) y el bloqueo del proceso de paz entre israelís y palestinos.