Desde que el Gobierno conservador de Silvio Berlusconi echó a andar en mayo del 2008, han sido detenidos en Italia al día una media de ocho mafiosos, lo que equivale a un total de 6.483 miembros del crimen organizado puestos entre rejas, entre los que se encuentran 30 de los más peligrosos. Este es el balance que Roberto Maroni, ministro de Interior italiano, planteó ayer durante la tradicional rueda de prensa del 15 de agosto, que en lugar de celebrarse en Roma, como es habitual, se realizó en Sicilia de forma simbólica.

A Maroni le acompañaban las máximas autoridades políticas y militares del país. Para la ocasión, representantes del Estado entregaron a la sociedad civil una de las casas del ya mítico pueblo de Corleone en la que había vivido Bernardo Provenzano, jefe de la cúpula de Cosa Nostra, donde se ha abierto una Botica de los sabores (tienda de alimentación) en la que se venderán productos como aceite, vino y pasta elaborados en los terrenos confiscados a las mafias del país.

Nino Iannazzo, alcalde del pueblo, afirmó: "Esto no es un museo y desde este lugar simbólico hoy queremos decir a Corleone que no hay sitio para quienes quisieran volver a sembrar el terror en Corleone o desde Corleone".

Maroni subrayó que en el mismo período han sido sustraídos a la propiedad de las mafias la friolera de 32.799 bienes por un valor de 15.000 millones de euros. El ministro de Justicia, Angelino Alfano, añadió que son 681 los mafiosos detenidos en régimen de prisión 41-bis, que impide al recluso comunicarse con nadie.