El pasado 27 de octubre, la Asamblea Nacional del Kurdistán iraquí votó una ley a favor de la poligamia que permite a los hombres casarse con una segunda mujer en caso de que la primera sea estéril o tenga una enfermedad grave. La ley fue aprobada por solo un puñado de votos y enviada al presidente regional, quien debía dar su autorización definitiva. El presidente kurdo, Masud Barzani, se encontró con la dura oposición de las asociaciones feministas y de algunas de las 29 diputadas del Parlamento kurdoiraquí, pero al final decidió aceptar la ley.

La formación mayoritaria en el parlamento kurdo, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), que promovió esta ley, se defiende arguyendo que la norma no constituye una legalización de la poligamia, sino que, gracias al nuevo texto, precisamente, "se dificulta la poligamia".