En vísperas de la llegada a Trípoli de los expertos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), el líder libio, Muamar Gadafi, aseguró ayer que su país no posee armas de destrucción masiva y que así lo podrán constatar los inspectores. "No tenemos estas armas", afirmó Gadafi en una entrevista a la cadena de televisión CNN, la primera que concede a un medio occidental desde que el pasado viernes anunció su renuncia a desarrollar armas nucleares, químicas o biológicas y la firma del protocolo adicional al Tratado de No Proliferación.

"No tenemos nada que ocultar", afirmó categóricamente Gadafi, quien ha aceptado que los organismos internacionales lleven a cabo inspecciones por sorpresa en su país.

FINES PACIFICOS Gadafi reconoció que Libia disponía de algunos programas en desarrollo, pero dijo que "hubieran sido para fines pacíficos". "Pese a ello, hemos decidido deshacernos de ellos por completo", añadió. En la entrevista, Gadafi animó a Corea del Norte, Irán y Siria --de quienes se sospecha poseen un programa nuclear con fines armamentísticos-- a seguir el ejemplo libio y renunciar a la producción de armas de destrucción masiva. Gadafi calificó de "rumores" y "propaganda" las informaciones que señalaban que su país estaba muy cerca de conseguir la bomba atómica. Sin embargo, fuentes diplomáticas en Viena, donde se encuentra la sede de la AIEA, señalaron ayer que Libia había comprado "en Europa y en Asia" los equipos necesarios "para la producción de armas nucleares y de armas químicas".

Por otro lado, los países árabes han incrementado la presión sobre Israel, el único país de Oriente Próximo del que se conoce su capacidad nuclear. El jefe de la diplomacia de Arabia Saudí, Saud al Faisal, pidió ayer a la comunidad internacional que presione a Israel para que renuncie a su programa nuclear.