El Gobierno británico suprimirá el subsidio de desempleo a los inmigrantes parados que no aprendan inglés. La medida entrará en vigor en abril y afectará a unos 40.000 desempleados, procedentes de diversas minorías étnicas, cuyos escasos conocimientos de la lengua inglesa suponen un obstáculo para acceder a un puesto de trabajo.

El Estado está preparando un programa educativo en el que invertirá 14 millones de libras (21 millones de euros) para ofrecer 15.000 plazas a aquellos que necesiten adquirir conocimientos básicos de inglés. El objetivo es reducir los 4,5 millones de euros que se gastan cada año en traductores en las oficinas y aumentar la población activa.

En el Reino Unido ya existen un buen número de centros que ofrecen clases de inglés gratuitas. A pesar de ello, algunos miles de parados llegados de otros países no consideran importante aprender la lengua. Esto provoca que los ingresos en las comunidades de minorías étnicas sean un tercio más bajos que entre los británicos blancos. "Esto es algo inaceptable y no solamente es malo para los individuos, las familias y sus comunidades. Es además una barrera que frena la cohesión social y es algo malo para Gran Bretaña", afirmó ayer el secretario de Estado para el Bienestar, Jim Murphy.

Lado positivo "Hay potencialmente unas 40.000 personas a las que se niega la oportunidad de trabajar porque no tienen el conocimiento del lenguaje necesario para obtener el empleo", señaló Murphy durante un seminario de la Work Foundation (Fundación del Trabajo), prefiriendo subrayar el lado positivo de la medida, como la posibilidad de lograr un puesto de trabajo, por encima del carácter punitivo de la misma.

"Debemos utilizar todos nuestros recursos", indicó Murphy "para cambiar las cosas y poner el énfasis no en traducir la petición de prestaciones de desempleo, sino en enseñar la lengua para que obtengan el trabajo". Desde el Instituto Nacional de Educación Continuada para Adultos advirtieron que los cambios son "prematuros", porque "no existen suficientes profesores cualificados para hacer frente a la demanda".