Las fuerzas gubernamentales lanzaron ayer una vasta ofensiva en Mogadischo contra las milicias de Al Shabab, el grupo radical somalí con fuertes lazos con Al Qaeda. El ataque militar, que se centra básicamente en el noreste de la capital, tiene como principal objetivo limpiar la zona para facilitar el reparto de ayuda humanitaria a los más de 100.000 civiles que han huido de las zonas dominadas por los extremistas fuera de la capital. Al Shabab controla gran parte de Mogadischo y parte del país, a pesar de que las fuerzas del Gobierno transitorio cuentan con el apoyo de las fuerzas de la Unión Africana para Somalia. Los combates de ayer, calificados de "muy violentos" por testigos, acabaron con la vida de cinco personas. "Tememos que los militantes de Al Shabab ataquen a los desplazados internos que han llegado a la capital, que aún están al alcance de sus morteros", afirmó el teniente coronel de las fuerzas de la Unión Africana, Paddy Ankunda. La ofensiva se produce un día después de que aterrizara en Mogadischo el primer avión de la ONU con ayuda humanitaria al país del Cuerno de África, región en la que 11 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre.