Solo queda una semana para las elecciones en Renania del Norte-Westfalia (NRW), los sondeos siguen sin dar un claro ganador y los nervios de los políticos alemanes empiezan a desbordarse. Lo que está en juego en las regionales del 9 de mayo es más que el Gobierno del estado federado más poblado y uno de los más importantes de Alemania. De los resultados de estas elecciones depende que la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel mantenga o no la mayoría en el Bundesrat (Cámara alta) y siga gobernando a su manera.

Además, las opciones de nuevas coaliciones de Gobierno hasta ahora inéditas saltan cada día a la prensa y podrían cambiar el panorama político del país de cara al futuro y a las próximas generales del 2013. De momento, las últimas encuestas difundidas ayer por la tele pública alemana reflejan un empate técnico entre la coalición de Gobierno actual formada por la CDU y los liberales del FDP --la misma que funciona en el Gobierno central-- y el tándem de Verdes y socialdemócratas, rondando cada par el 45% de los votos. Si se uniera La Izquierda que, según los sondeos, obtendría entre un 5,5% y un 6% de los votos, la expulsión del candidato de Merkel y primer ministro de NRW, Jürgen Rüttgers, sería cosa hecha.

Pero la cancillera alemana no parece haber perdido la tranquilidad: "Son muchos los votantes que se deciden en el último momento, eso es algo que hemos aprendido en las elecciones de los últimos años", decía en una entrevista esta semana.

"EXPERIMENTOS" Merkel no se cansa de descartar cualquier coalición que no sea con sus supuestos "socios naturales" y dice que Renania del Norte-Westfalia es un estado demasiado importante para "probar experimentos gubernamentales". La cancillera se refiere a la posibilidad de que por primera vez se cree un Gobierno integrado por los Verdes, La Izquierda y el SPD. Por otro lado, si los sondeos no se equivocan demasiado, puede que el SPD pueda apuntarse una victoria impulsada por el auge de los Verdes.