El Ejército británico termina esta medianoche sus 38 años de operaciones en Irlanda del Norte, y el nivel de seguridad en las calles de la provincia, a cargo de la Policía, será igual que en cualquier otra ciudad del Reino Unido.

El final de la llamada operación "Banner" marca oficialmente el cambio en la situación de seguridad en el Ulster, si bien en los últimos dos años se produjo una reducción de la presencia militar a medida que avanzaba el proceso de paz.

De esta manera, la medianoche de hoy no supondrá una retirada súbita, puesto que el número de soldados está ya en torno a los 5.000, el nivel establecido para un regimiento en tiempos de paz, y los militares estarán repartidos en diez localidades norirlandesas. Las bases que quedarán serán similares a las que hay en otras ciudades británicas, donde los soldados se entrenan para operaciones en el extranjero, como Irak o Afganistán.

El apoyo militar a la Policía empezó en 1969 a raíz del aumento de la violencia por los enfrentamientos entre católicos y protestantes, una situación que duró más de treinta años. La operación "Banner" es considerada la campaña militar más larga de la historia del Ejército británico, y en ella tomaron parte más 300.000 militares y 763 perdieron la vida. Pese a todo, quedará un equipo de artificieros debido al nivel de amenaza, muy bajo, de los grupos disidentes republicanos.

El coronel Wayne Harber, comandante segundo de la Brigada de Infantería número 39, la última que está en Irlanda del Norte, dijo hoy: "El fin de la operación Banner es un momento de reflexión en cuanto a lo que pasó antes y lo que se ha realizado en 38 años". "Lo mejor es el final del conflicto en Irlanda del Norte y el optimismo con que la gente mira el futuro, compartimos ese optimismo", subrayó Harber.

El último soldado que murió en la provincia fue Stephen Restorick, que perdió la vida de un disparo en la cabeza en un ataque mientras hacía tareas de vigilancia ante la base de Bessbrooke, en el condado de South Armagh (sur), en 1997. A partir de ahora no habrá soldados que escolten a las patrullas policiales en las calles del Ulster.

"Hemos logrado mucho en dos años, hemos retirado mucha infraestructura", dijo Harber, en referencia a la supresión de puestos de observación en distintos lugares de la provincia. Harber resaltó que hay un nuevo estado de ánimo en Irlanda del Norte con el retorno de la autonomía y la prosperidad económica.

El Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) rindió hoy tributo al Ejército por la ayuda prestada para crear las condiciones necesarias que hicieron posible el progreso político. "No hubiera sido posible sin el apoyo sin límite y el coraje de nuestros amigos y colegas del Ejército", dijo un portavoz del PSNI. "Durante más de treinta años, en los momentos más oscuros y angustiantes, cuando la policía necesitó ayuda, los soldados del Ejército británico estaban allí. Ahora, la policía puede hacer sus labores sin la necesidad de la protección de soldados", agregó.

Frente a este tributo, Gerry Kelly, destacado miembro del Sinn Fein (brazo político del Ejército Republicano Irlandés), puntualizó hoy que la presencia de los soldados supuso un gran nivel de opresión para la comunidad católica. Según Kelly, las tropas llegaron a acosar a miembros de su comunidad nada más llegar a la provincia y recordó las cosas que hacían los militares para obtener información secreta. "Recuerdo que hacia 1972, cuando yo salía, casi cada hogar de familia trabajadora católica estaba en el ordenador", dijo Kelly, en referencia a la información de inteligencia.

El pasado 8 de mayo, Irlanda del Norte recuperó su autonomía después de que ésta permaneciese suspendida desde el 2002 y marcó el final de un proceso de paz que duró más de diez años. El pasado mayo, el líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), el reverendo Ian Paisley, y el "número uno" del Sinn Fein, Gerry Adams, llegaron a un acuerdo histórico formar un Gobierno autónomo compartido. Estas dos formaciones fueron enemigas durante los más de treinta años que duró el conflicto en Irlanda del Norte.