La estancia de Barack Obama en Berlín ha puesto en jaque a la policía, pues si bien no tiene oficialmente el estatus de jefe de Estado o Gobierno, el dispositivo de seguridad es similar. El vestíbulo del Hotel Adlon, donde se aloja, tuvo que ser desalojado ayer después de que un taxista entregara un paquete dirigido a él y que hizo sospechar que podía ser una bomba. Resultó ser una biografía de Obama y el taxista quería un autógrafo.