La canciller alemana, Angela Merkel, anunció hoy una moratoria de tres meses para la ley aprobada el pasado otoño que contempla ampliar la vida útil de las centrales nucleares del país hasta 14 años. Merkel comentó que la catástrofe nuclear en Japón obliga a replantearse la seguridad de las plantas nucleares también en Alemania. "Ante la duda debe primar la seguridad", subrayó. La canciller recordó que su Gobierno ordenó ya el pasado sábado un estudio exhaustivo sobre la seguridad de los 17 reactores nucleares en funcionamiento en Alemania para evitar posibles riesgos. "No habrá tabú alguno en esta verificación de la seguridad", aseguró la canciller y líder cristianodemócrata en una comparecencia ante los medios acompañada por el vicecanciller y titular de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle. "Ni el suministro eléctrico ni las finanzas del Estado se verán afectados por la moratoria", dijo por su parte Westerwelle, después de que la canciller comentara que la posible parada de una planta nuclear no supondría problema alguno para Alemania, toda vez que se trata de un país exportador de energía. La moratoria que deja en suspenso la ley para la prolongación de la vida de las centrales nucleares, que contempla el cierre de la última planta en 2034, no necesita de una reforma legal, subrayó la canciller. Angela Merkel comentó que su Gobierno tratará el tema directamente con las empresas responsables de las centrales nucleares en Alemania y con los jefes de Gobierno de los estados federados donde se encuentran ubicadas las centrales atómicas. La canciller pidió un "debate sincero" sobre el futuro de la energía y aseguró que, aunque el objetivo es "alcanzar cuanto antes la era de las renovables", la revisión de la política energética en ningún caso debe conducir a que se dependa de las importaciones energéticas de otros países. En 2000, el gobierno de coalición entre socialdemócratas y verdes y dirigido por el canciller Gerhard Schröder pactó con la industria el cierre paulatino de las entonces 19 centrales nucleares, de las que ya se han cerrado dos. De acuerdo a ese pacto, la última de las 17 plantas nucleares alemanas debería quedar desactivada en 2021. El actual gobierno de centroderecha de Merkel derogó ese acuerdo y aprobó alargar la vida útil de las plantas una media de 12 años, ocho para las más antiguas y 14 años para las más modernas.