Los siete pasajeros de un helicóptero alemán de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán resultaron muertos al caer su helicóptero ayer en las cercanías de Kabul. Otros dos niños que jugaban en las proximidades del lugar donde se precipitó al suelo el aparato también perdieron la vida.

El helicóptero sufrió un problema mecánico y perdió altura. Los portavoces de la ISAF descartaron tajantemente que hubiera sido derribado por disparos enemigos.

El accidente coincidió con el asesinato de un soldado norteamericano en una emboscada al este de Afganistán. Los atentados y emboscadas atribuidas a militantes de Al Qaeda y del derrocado régimen talibán han acabado ya con la vida de 26 soldados y oficiales norteamericanos desde el inicio de la operación ´Libertad Duradera´.