El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró hoy que su país "está tranquilo y seguro de si mismo" ante las "distintas posibilidades" respecto a Siria, para las cuales "está preparado".

"Los ciudadanos israelíes también deben saber que nuestros enemigos tienen muy buenas razones para no probar nuestra fuerza. Ellos saben por qué", indicó al inicio de la reunión semanal del consejo de ministros.

Independientemente del anuncio ayer del presidente de EE. UU., Barack Obama, de que pedirá el apoyo del Congreso, de vacaciones hasta el día 9, antes de lanzar una operación militar en Siria, el Ejército israelí mantiene los preparativos ante una eventual represalia de Damasco, como la que lanzó el entonces presidente iraquí, Sadam Husein, durante la Guerra del Golfo de 1991.

Desde la madrugada del jueves al viernes tiene instalada una batería antimisiles del sistema Cúpula de Hierro para proteger Tel Aviv.

También ha desplegado en el norte del país tres unidades de este sistema (en Haifa, en la Galilea y en el valle de Amakim, al sur de Haifa) y una más en las proximidades de la ciudad de Eliat, en la punta sur, para protegerse de ataques procedentes de la península egipcia del Sinaí.

Hay además unidades de los sistemas antimisiles de medio alcance Patriot y de largo alcance Arrow II "en distintas ubicaciones por todo el país", según una portavoz militar.

Y la Fuerza Aérea, encargada de operar la batería Arrow II, capaz de interceptar misiles como los Scud D sirios y los Shabab 3 y Seijil iraníes, ha aumentado su nivel de alerta.

Pese a considerar bajo el riesgo de represalia siria, Israel ha llamado a filas a alrededor de un millar de soldados en la reserva, pertenecientes a la Fuerza Aérea y la Comandancia de la Retaguardia.

El ministro de Defensa, Moshe Yaalon, habló el viernes por la noche por teléfono con su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, sobre las opciones militares ante Siria, informa el diario "Haaretz".