Hacía años que se había convertido en un habitual de las quinielas para el Nobel y ayer vio finalmente reconocida su labor. El expresidente de Finlandia (1994-2000), Martti Ahtisaari, mediador durante décadas en conflictos internacionales, fue galardonado con el premio Nobel de la Paz del 2008. La impronta de su acción mediadora se extiende por medio planeta, desde Indonesia (Asia) a Namibia (Africa) y, de forma más reciente y controvertida, Kosovo.

Según el Comité Nobel de Noruega, que otorga el premio de la Paz, Ahtisaari se ha hecho merecedor de la distinción por "sus importantes esfuerzos, en varios continentes y durante más de tres décadas, para resolver conflictos internacionales". Estos esfuerzos "han contribuido a un mundo más pacífico y a la fraternidad entre naciones, en el espíritu de Alfred Nobel", subrayó el comité.

La actuación pacificadora de Ahtisaari tuvo múltiples caras. Actuó, como diplomático, en representación de la ONU y de la UE, pero también lo hizo a través de una oenegé, Crisis Management Initiative, que él creó.

"ENCANTADO" "Naturalmente, estoy encantado con la decisión", manifestó ayer el laureado. Añadió que, de toda su labor mediadora, la que condujo a la independencia de Namibia "fue la más importante, porque fue la que llevó más tiempo". Pero destacó también su trabajo en la región indonesia de Aceh y en los Balcanes. Ahtisaari es el primer finlandés que obtiene el Nobel de la Paz y el primer mediador desde que en el 2002 lo lograra el expresidente estadounidense Jimmy Carter.

Las felicitaciones llegaron de todo el mundo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo calificó de "gran defensor de los ideales y principios" de la organización, y el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, subrayó que Ahtisaari "destaca como uno de los grandes diplomáticos y mediadores de nuestro tiempo". La mayoría de mandatarios se congratularon de la decisión. Las únicas voces discordantes partieron de Moscú y de Belgrado, que no le perdonan que fuera el autor del plan que propició la independencia de Kosovo. El laureado elaboró el plan Ahtisaari sobre la independencia tutelada de Kosovo después de constatar que el acuerdo entre serbios y kosovares era imposible.

En Belgrado, mientras el actual Gobierno proeuropeo guardaba silencio, el exprimer ministro Vojislav Kostunica afirmó que premiar a Ahtisaari había sido "una decisión de politicastros", que demuestra que "los mentores de ese Estado falso Kosovo ejercerán presiones". El embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, afirmó que la decisión "no me inspira nada más que palabrotas".