El presidente de EEUU, Barack Obama, ha llamado este viernes por teléfono al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para intentar calmar su preocupación ante un posible acuerdo entre las potencias occidentales e Irán sobre el programa nuclear de Teherán. Obama ha hablado con Netanyahu de los esfuerzos en curso en Ginebra "para promover una resolución pacífica de las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear de Irán", ha indicado la Casa Blanca en un comunicado.

El mandatario estadounidense informó a Netanyahu del estado de las negociaciones en Ginebra entre los miembros del grupo 5+1 (China, Francia, EEUU, Reino Unido y Rusia más Alemania) e Irán. Además, Obama ha expresado al primer ministro israelí su "firme compromiso" con el objetivo de evitar que Irán obtenga un arma nuclear y le ha recordado que ese es precisamente el motivo de las negociaciones en curso en Ginebra.

La llamada de Obama se produce después de que Netanyahu expresara este viernes al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, su tajante oposición al acuerdo que las potencias occidentales tratan de alcanzar con Irán, porque, según dijo, "los iraníes lo han recibido todo sin dar nada a cambio". "Israel lo rechaza de forma tajante y muchos [líderes] en la región comparten lo que digo; algunos lo dirán en público y otros no", ha afirmado Netanyahu tras la reunión que ha mantenido con Kerry, la tercera en los últimos tres días.

Los ministros de Exteriores llegan a Ginebra

Ambos se han encontrado en el aeropuerto de Tel Aviv para cerrar los flecos de las últimas gestiones de Kerry en la región, tanto en el tema del programa nuclear iraní como sobre las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos.

Mientras, en Ginebra, la negociación sobre el programa nuclear de Irán podría estar llegando a una solución con un acuerdo que los ministros de Exteriores de las principales potencias esperan impulsar de forma definitiva en las próximas horas. La llegada a lo largo del viernes a Ginebra de Kerry y sus colegas de Francia, Laurent Fabius; Reino Unido, William Hague, y Alemania, Guido Westerwelle, así como el aterrizaje en las próximas horas del ministro ruso, Serguei Lavrov, son un indicio de la oportunidad real que se ha abierto de alcanzar un acuerdo.

Ese acuerdo incorporaría medidas concretas que Irán debería cumplir de forma inmediata, como detener el proceso de enriquecimiento de uranio al 20% y hacer que las reservas existentes dejen de ser utilizables. A cambio se aliviarían las sanciones económicas contra Irán, relacionadas con el bloqueo de fondos en el exterior y con el comercio de minerales y productos petroquímicos. El levantamiento parcial de las sanciones dependería directamente de que Irán cumpla con sus compromisos y podría ser reversible.