El presidente de EEUU, Barack Obama, ha anunciado una serie de medidas para poner límites a los programas de espionaje, criticados en su país tras las filtraciones de esos mismos programas realizadas por el exanalista Edward Snowden.

"Dado el historial de abuso cometido por los Gobiernos, es pertinente plantearse algunas preguntas acerca del espionaje, especialmente debido a que la tecnología está replanteando todos los aspectos de nuestras vidas", ha asegurado Obama en una rueda de prensa.

Bajo presión para reaccionar ante las filtraciones desveladas por Snowden, Obama propone revisar la sección 215 de la Ley Patriota, que rige la recolección de datos en las grabaciones de conversaciones telefónicas.

Defensa de las libertades civiles

El líder de la Casa Blanca también instará al Congreso a reformar el denominado y ultrasecreto Tribunal Exterior de Vigilancia de la Inteligencia, que considera las peticiones procedentes de las fuerzas de seguridad para que un individuo particular sea investigado. El presidente quiere que haya un representante procedente de la comunidad de la defensa de las libertades civiles que ejerza de alternativa.

El mandatario ha prometido a su vez suministrar más detalles acerca de los programas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para intentar restaurar así la imagen deteriorada por las filtraciones de Snowden.

El anuncio, realizado poco antes de que Obama inicie sus vacaciones de verano en Martha's Vineyard, será saludado al menos como una victoria parcial de los partidarios de Snowden.

Respondiendo a las preguntas de una reportera, el mandatario estadounidense ha afirmado que su país no boicoteará los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi (Rusia) en el 2014, como han pedido varios miembros del Congreso por las medidas contra homosexuales en Rusia.

"Quiero dejar claro que no creo que sea apropiado boicotear los Juegos, aunque nadie está más ofendido que yo por algunas de la legislaciones antihomosexuales en Rusia", ha dicho Obama en una conferencia de prensa, dos días después de anunciar que no se reunirá en septiembre con su homólogo ruso, Vladímir Putin.