El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció ayer que "todavía queda un largo camino por recorrer" en la guerra que libra su país y fuerzas de la OTAN contra los talibanes en Afganistán, así como en la lucha sin cuartel contra la red terrorista de Al Qaeda. Sin embargo, el actual inquilino de la Casa Blanca también dejó entrever que pasadas las elecciones presidenciales que se celebrarán a finales de agosto en el país asiático, la actual estrategia militar en la que están embarcados el Ejército estadounidense y sus aliados deberá dejar paso a un mayor esfuerzo diplomático y civil.

Obama sabe que ahora las tropas de su país han puesto toda la carne en el asador en una gran ofensiva militar que tiene como misión atacar el corazón de los talibanes, cerca de la frontera con Pakistán, en un intento por asestar un golpe certero que permita dar un giro al desarrollo de la guerra. Pero al mismo tiempo tiene la mirada puesta en los comicios presidenciales afganos del próximo 20 de agosto, fecha a partir de la cual se propone "combinar" los esfuerzos militares con la diplomacia y el desarrollo para que la población afgana "se sienta apoyada" por la comunidad internacional y puedan hacerse cargo del país.

CULTIVOS ALTERNATIVOS El presidente estadounidense, que parece ser consciente de que el conflicto en Afganistán no se solucionará solo a través de un enfoque basado exclusivamente en el uso de la fuerza, aseguró ayer en una entrevista a la cadena Sky News que Washington y la OTAN deberían "evaluar" sus esfuerzos en Kabul una vez que los afganos hayan elegido a su nuevo presidente para ver "qué más se puede hacer". Y para ello, apuesta por ofrecer alternativas al cultivo de amapola de opio a los campesinos afganos y por la formación de un sistema judicial confiable, entre otros aspectos. Pero para esa segunda fase uno de los objetivos prioritarios de Washington es la formación de las fuerzas afganas, tanto del Ejército como de la policía, para que puedan hacerse cargo del control y la seguridad de su país, tarea para la que ha pedido la contribución de los aliados.

APOYO ESPAÑOL En el caso de España, el Gobierno de Zapatero ya se ha comprometido a aportar un equipo de 66 militares y cuatro guardias civiles que asumirán a partir del 1 de octubre la gestión de las operaciones del aeropuerto de Kabul, y otros 12 efectivos que se encargarán del entrenamiento y asesoramiento de un batallón del Ejército afgano en Badghis.

En otro orden de cosas, Obama también habló en esa misma entrevista, en la que dejó a un lado la chaqueta y la corbata y apareció vestido con un polo de manga corta, de los intentos de acercamiento entre EEUU y Siria, después de que la Casa Blanca anunciara en junio que enviaría a un nuevo embajador a ese país después de cuatro años en los que la representación diplomática se encontraba a nivel de encargado de negocios.

Aunque a priori volvió a mostrarse partidario de retomar los contactos con el régimen de Damasco, Obama no quiso dar una respuesta concreta a si finalmente aceptará la invitación cursada hace días por el presidente sirio, Bachar al-Assad, para que visite el país. Tampoco dudó en mostrar su "preocupación" por la actuación de Siria en ciertos asuntos, y abogó por un papel "más constructivo" de este país en la búsqueda de una solución a Oriente Próximo.

BIN LADEN REAPARECE El líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, dijo que Obama "ha seguido los pasos de su predecesor (George W. Bush) al incrementar el rencor de los musulmanes y de aquellos que luchan contra América", en una grabación sonora difundida desde la pasada madrugada en una web islamista y dirigida a Pakistán. Este es el primer mensaje de Bin Laden desde el del pasado 3 de junio, que difundió a través de la cadena de televisión Al Yazira.