EL MINISTRO del Interior francés, Dominique de Villepin, aseguró ayer que la existencia de estos colectivos, que se cree que agrupan a unas 3.000 personas "es una vergüenza para nuestra memoria nacional". En virtud de una ley de 1936 y "aportando las pruebas necesarias", se ilegalizarán estos grupos y se velará para que "no se reconstituyan bajo nombres falsos", prometió Villepin. M. C.