El principal parque acuático de Moscú, el Transvaal Park, cuya cúpula de hormigón y cristal se hundió el sábado sepultando a varias decenas de personas, está controlado indirectamente por la mujer del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, según informó ayer la prensa rusa.

Los equipos de rescate que desde el sábado buscaban supervivientes entre los escombros del edificio cesaron ayer sus trabajos. De cinco a cuatro personas seguían desaparecidas, por lo que el saldo del derrumbe podría ascender a unos 35 muertos. Los fallecidos según la alcaldía son 25, pero los bomberos y fuentes médicas hablan de 28. Además, 64 personas heridas estaban aún hospitalizadas.

Dos diarios moscovitas, Kommersant y Vedomosti , citaron al anterior propietario del Transvaal Park, quien afirmó que había vendido el negocio en noviembre pasado a una compañía que actuaba en nombre del consorcio ruso Inteko, controlado por Elena Baturina, la mujer del alcalde Luzhkov. Oficialmente, las acciones del parque acuático fueron adquiridas por la compañía Terra Oil, dedicada a la venta al por mayor de aceites y lubricantes para automóviles.

DESMENTIDOS Baturina desmintió ayer las informaciones de la prensa que la vinculaban con el complejo derrumbado. Mientras, los investigadores de la fiscalía rusa embargaron ayer toda la documentación referente al diseño y la construcción del parque acuático en las oficinas del estudio de arquitectos que había hecho los planos, y en la sede de la constructora. Un problema de estructura, provocado por un error técnico o la mala calidad de la construcción, sigue siendo la versión más creíble que explica el accidente.

El estudio de arquitectos moscovita Kiseliov y asociados, que hizo los planos, dijo ayer que la cúpula no era su responsabilidad. Según el arquitecto Serguei Kiseliov, la empresa turca Kocak Insaat "diseñó por su cuenta" el techo del complejo acuático.