Los familiares de los soldados británicos caídos en Irak condenaron ayer unas declaraciones de Tony Blair en las que puso a Dios por testigo y juez de su decisión de ir a la guerra. El primer ministro, cuya fe cristiana próxima al catolicismo no es un secreto, evocó los problemas de conciencia que le planteó la intervención militar en Irak.

"Esa decisión tenía que tomarse, y hay que vivir con ella", afirmó durante una entrevista emitida anoche por la televisión ITV. "Si tienes fe, te das cuenta de que el juicio lo hacen otras personas", siguió Blair. Cuando el presentador, Michael Parkinson, le pidió que aclarara lo que quería decir, el premier añadió: "Si crees en Dios el juicio lo hace también Dios". "La única forma en la que puedes tomar una decisión como ésta es intentar hacer lo adecuado, según tu conciencia, el resto, lo dejas al juicio que hará la Historia".

"FRACASO ESTRATEGICO" Rose Gentle, que perdió un hijo en Basora, no entiende cómo Blair "puede llamarse cristiano, porque un cristiano no respaldaría la guerra". Reg Keys, cuyo hijo murió en Irak también, acusó a Blair de "utilizar a Dios para escapar a un fracaso estratégico total". El líder liberaldemócrata, Menzies Campbell, dijo que "iniciar una guerra no es sólo un acto de fe".