El interrogatorio judicial del ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, que declaró en condición de "víctima" del caso Clearstream , reactivó ayer un escándalo que está en vías de causar una de las crisis políticas más importantes de Francia, porque ya salpica directamente al presidente, Jacques Chirac. El semanario satírico Le Canard Encha®né reproduce hoy nuevos extractos de las declaraciones ante los jueces del general Philippe Rondot, exjefe de los servicios secretos, que el 28 de marzo señaló que Chirac poseía una cuenta en Japón con 300 millones de francos de la época (45 millones de euros).

"FUNDACION CULTURAL" Según Le Canard , el general se refirió a documentos de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE), según los cuales esta cantidad fue depositada en una cuenta del Tokyo Sowa Bank por una "fundación cultural" en cuyo consejo de dirección estaba Chirac. El diario Le Monde publicó ya extractos de la declaración de Rondot ante los jueces que investigan el caso Clearstream y en los que mencionaba la existencia de esta cuenta, pero sin precisiones.

El entorno de Chirac reaccionó rápidamente a estas informaciones, denunciando una "campaña de calumnias" y divulgando el "desmentido categórico" del jefe de Estado.

Sarkozy fue interrogado durante dos horas y a petición propia por los jueces Jean-Marie D´Huy y Henri Pons, encargados de desenmascarar a los delatores anónimos que en el 2004 acusaron al ministro y a otros políticos de poseer cuentas en el extranjero con fondos procedentes de comisiones ocultas. La trama se relevó totalmente falsa.

En declaraciones a Le Canard Encha®né , el juez Renaud Van Ruymbeke reconoció que intentaron manipularlo, pero reveló que dio el caso por cerrado al enterarse de que fue un montaje. El sumario se ha reabierto tras la denuncia de Sarkozy, que se enteró que fue investigado por los servicios secretos por encargo de su rival para las presidenciales del 2007, el actual primer ministro, Dominique de Villepin.

EXMINISTROS Además de Sarkozy, fueron denunciados el liberal Alain Madelin y los socialistas Dominique Strauss Khan, Jean-Pierre Chév¨nément y Laurent Fabius. Lo único que tienen en común es que fueron ministros de Industria.

Anoche, al término de su declaración y en un mitin en Nimes, Sarkozy denunció las "maquinaciones" de los "aprendices de conspiradores", en una clara alusión a Villepin, y se mostró dispuesto a "llegar hasta el final" para conocer la verdad.

Para Villepin, todo este "tumulto" no tiene "mucha importancia". Eso es al menos lo que dijo en público el primer ministro, que mantiene su agenda.

Oficialmente, el Elíseo tampoco tiene en sus planes un cambio de agenda o de primer ministro, como se rumoreó todo el fin de semana. Rumores que citaban como sustituto al propio Sarkozy. "Pura intoxicación", afirman los chiraquianos.