El Gobierno de Tailandia ha anunciado este lunes la disolución del Parlamento y la celebración de elecciones generales dentro de 60 días con el objetivo de atenuar las protestas antigubernamentales. "Después de consultarlo con varias partes, he enviado el decreto real para pedir la disolución del Parlamento", ha explicado la primera ministra, Yingluck Shinawatra, durante un discurso emitido por televisión.

"Con este escenario, cuando hay muchas personas de diferentes grupos que se oponen al Gobierno el mejor camino es devolver el poder a los tailandeses y celebrar elecciones", ha considerado la dirigente. "Que los tailandeses decidan", ha añadido.

El Partido Demócrata, que el domingo decidió abandonar en bloque sus escaños en el Parlamento y este lunes se ha unido a las protestas en las calles de Bangkok, ya ha advertido de que no aceptará a Yingluck como regente hasta la celebración de elecciones.

Al menos nueve columnas de manifestantes han salido este lunes de varios campamentos esparcidos por Bangkok en un día que los antigubernamentales han bautizado como la "batalla final" contra la corrupción del 'régimen Thaksin', en alusión al exprimer ministro Thaksin Shinawatra, hermano de la actual primera ministra.

Contra el actual sistema electoral

Entre los planes de los antigubernamentales no se concibe acudir a las urnas bajo el actual modelo de elecciones que denuncian que está viciado por la compra de votos y en un escenario en el que sería casi segura su derrota. La principal demanda de los antigubernamentales es la de invocar el artículo 7 de la Constitución para que el rey de Tailandia, el octogenario Bhumibol Adulyadej, designe al próximo jefe del Gobierno sin pasar por las urnas.

Este 'consejo popular' no electo acometería una serie de reformas políticas, como la descentralización del poder del Estado y la reforma de la Policía, entre otras, antes de volver a convocar un referendo que devolviera la iniciativa a la voluntad popular.

Los grupos que lideran las movilizaciones acusan a la actual primera ministra de corrupción y ser un títere de su hermano mayor, el depuesto jefe del Ejecutivo Thaksin Shinawatra, quien según los opositores gobierna desde su exilio en Dubai, donde evita una condena de dos años de prisión por corrupción.