Coincidiendo con el inicio del impeachment, el presidente de EEUU, Donald Trump, compareció triunfalista con un extenso dicurso ante la élite politica y empresarial reunida en el Foro Económico de Davos (Suiza). Trump defenió el éxito de su gestión económica para el empleo y volvió a practicar el «negacionismo» de la emergencia climática, se apuntó a la iniciativa de Davos para plantar un billón de nuevos árboles en el mundo y cargó contra «los profetas de la fatalidad y sus predicciones del apocalipsis».

Todo ello en un discurso seguido por la activista sueca Greta Thunberg. «Plantar árboles no es suficiente», dijo la joven en una intervención posterior, la segunda de la jornada.

Ninguna referencia a la política interna de EEUU estuvo presente en el discurso de Trump. Si acaso, su marcado tono electoralista en defensa de su gestión económica. «EEUU es ahora un país más grande, más fuerte y más sólido y nadie está sacando más ventaja de ello que la clase media», dijo. «El sueño americano ha vuelto», afirmó.

En unas breves declaraciones a los periodistas, sí se refirió al proceso del impeachment en su contra, al que se refirió como «farsa» y «caza de brujas». Al ser preguntado sobre su ausencia de Washington en un día tan relevante, Trump contestó: «Venimos (a Davos) a reencontrarnos con los líderes mundiales, la gente más importante del mundo, y recavamos (para EEUU) formidables negocios económicos». El resto -dijo- «es una farsa».

En su discurso, Trump tampoco hizo evidente ninguna referencia expresa a la política exterior norteamericana, ni mucho menos a las recientes tensiones con Irán. Si acaso, la referencia a que el autoabastecimiento que ha logrado EEUU permite al país «no tener que importar energía de países hostiles». Además, Trump ofreció a la UE los recursos energéticos de EEUU para romper lazos con esos «países hostiles».

«EL NÚMERO UNO» / Ya antes de llegar a la localidad suiza, Trump publicó un tuit sobre la inminente, llegada del «Numero uno» (por EEUU) al Foro Económico. «Camino a Davos, para encontrar a los líderes de los negocios del mundo» y poder llevar «cientos de miles de dólares a EEUU. ¡Somos en este momento el NÚMERO UNO del universo, de lejos!», fue el mensaje.

Trump presentó la economía de EEUU como «la primera, de lejos» de todo el mundo. «Dijeron que (otras) se nos iban a acercar, pero han pasado cosas», dijo en referencia a China.

«Hemos pasado momentos difíciles, pero nuestra relación con China es ahora mejor que nunca. Mi relación con el presidente es buenísima», señaló Trump. Desde su nuevo punto de vista, los últimos acuerdos logrados con el país asiático ponen fin a la tolerancia con las «prácticas depredatorias» de China respecto de EEUU. El dirigente anunció que «en breve» se pondrá en marcha una segunda fase de la negociación, si bien dejó claro que «se van a mantener» los aranceles.

Trump sitúa su política de comercio internacional, la negociación con China y la renegociación de los acuerdos con México y Canadá como la clave del reciente impulso económico en EEUU. Su agenda incluyó una reunión bilateral «muy positiva» con la presidente de la Comisión Europea, Ursula Von del Leyen.