El jefe rebelde del Congo, Laurent Nkunda, se mostró ayer dispuesto a aceptar un alto el fuego que ponga fin a la guerra que desde finales de agosto se está librando en Kivu, en el este del país, tras su encuentro, ayer, con el enviado especial de la ONU Olusegun Obasanjo, expresidente de Nigeria. El exgeneral del Ejército, convertido ahora en líder de los rebeldes, se avino a respetar los tres requisitos planteados por el mediador internacional: el respeto al alto el fuego, la apertura de un corredor humanitario de ayuda a los refugiados y el apoyo al plan de paz de la ONU.

Pero mientras en Jomba se hablaba de paz, se sucedían violentos enfrentamientos entre el Ejército y los rebeldes en Ndeko, a 110 kilómetros de la capital, Goma.