El comandante de EEUU en Irak, el general David Petraeus, y el embajador estadounidense, Ryan Crocker, prosiguieron ayer en el Senado su ronda de explicaciones en el Congreso sobre la situación en Irak y detallaron de nuevo la propuesta de reducir la presencia estadounidense en 30.000 soldados en julio del próximo año.

Sin embargo, en un comité del Senado en el que había hasta tres presidenciables demócratas y algún que otro republicano escéptico, Petraeus halló un ambiente hostil a su plan, que los demócratas consideran insuficiente. "El Ejército no puede mantener una guerra en Irak sin un fin visible. Es hora de pasar página", dijo el senador demócrata y presidenciable Joseph Biden.

Robert Lugar, senador republicano, indicó que la Administración Bush no puede limitarse a "aconsejar paciencia hasta el próximo informe". Otros republicanos dudaron de las posibilidades de éxito de EEUU en Irak.