Condoleezza Rice fue uno de los primeros altos cargos de George Bush que dio el visto bueno al uso de la simulación de la asfixia en un detenido. Concretamente, el 17 de julio del 2002 Rice, entonces consejera de seguridad nacional de Bush, se reunió con el director de la CIA, George Tenet, y le dijo que la agencia podía aplicar la simulación al dirigente de Al Qaeda Abú Zubaida, que había sido capturado en Pakistán en marzo de ese mismo año. Rice dijo que su autorización dependía de que el Departamento de Justicia diera su visto bueno a la legalidad del interrogatorio, algo que hizo en los informes legales redactados en agosto de ese año.

Esta revelación se encuentra en el informe del Comité de Servicios Armados del Senado, casi 300 páginas cuyo contenido la prensa estadounidense está desgranando poco a poco y que está generando una considerable tormenta política. Según el informe, Rice y el entonces fiscal general, John Ashcroft, fueron algunos de los dirigentes de la Administración que dieron el visto bueno a las técnicas que los grupos de defensa de los derechos humanos y la actual administración consideran tortura.

12 ALTOS CARGOS Al menos una docena de altos cargos fueron informados por parte de la CIA de lo que planeaba llevar a cabo con los detenidos para lograr información, mientras de forma paralela, el equipo legal de la Administración buscaba argumentos legales.