La puerta para la reanudación de unas relaciones estables y sólidas entre EEUU y Rusia parece estar abierta. Al menos eso es lo que se desprende de las declaraciones de ayer del viceprimer ministro ruso, Sergei Ivanov, en la Conferencia de Política y Seguridad de Múnich. Tras mantener una reunión con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, Ivanov reconoció haber recibido "señales muy intensas" de que se avecina un cambio en la conducta de EEUU hacia Rusia.

El día anterior, Biden había hablado en la capital bávara de un "nuevo tono" en las relaciones exteriores de su país y de la necesidad de pulsar el botón de reset con el Gobierno de Rusia para poder volver a cooperar en las áreas que sea posible pese a los desacuerdos que pueda haber en algunos ámbitos.

La mejora de las relaciones bilaterales entre ambos países supone también la de las relaciones entre la OTAN y el Kremlin. Aunque Biden anunció el sábado que seguirá adelante con el proyecto de la construcción de un escudo antimisiles en Europa del Este, también dijo que lo hará consultando a los socios de la OTAN y a Moscú. Ivanov recibió agradecido la disposición de consulta previa de EEUU y expresó el deseo de reforzar la confianza mutua. "Es obvio que la nueva Administración tiene un gran interés en cambiar, y ello inspira optimismo", declaró el político ruso.

SISTEMA DE CONTROL "Si queremos ser socios tenemos que confiar los unos en los otros", afirmó Ivanov, que aprovechó para resaltar la necesidad de "crear un nuevo sistema de control y verificación" para observar que se cumple el tratado de reducción de armas estratégicas. Preguntado acerca de si Rusia adoptaría pasos concretos para responder a los gestos de Washington, Ivanov se mostró muy cauto. "Esto no es un bazar oriental y no comerciamos a la manera que lo hace la gente en un bazar". En definitiva, y aunque no quiso aportar más detalles, Ivanov la calificó de "positiva e interesante", recogiendo claramente el guante lanzado por Joe Biden y pronunciando las palabras más conciliadoras por un dirigente ruso en muchos meses.

Esta Conferencia de Seguridad de Múnich, que se cerró ayer, será recordada sin duda por el anuncio de la nueva línea en la política exterior estadounidense, que ha dejado la sensación de que se ha abierto un nuevo capítulo en la historia de las relaciones internacionales.