Simulando a los refugiados de Tindouf (Argelia), más de siete mil saharauis han levantado durante todo el fin de semana un campamento improvisado a 20 kilómetros de El Aiún para protestar contra la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y para reivindicar los mismos derechos de los que gozan los marroquís, que poblaron el territorio de la antigua colonia española después de que Marruecos y el Frente Polisario alcanzaran un alto el fuego en 1991. "No tenemos acceso a los puestos de trabajo en la Administración ni a ningún tipo de servicio público porque nos consideran, a los saharauis, ciudadanos de segunda categoría", ha denunciado una voz de la resistencia saharaui que ha preferido guardar el anonimato.

Ríos de saharauis de otras ciudades como Bojador o Smara siguen llegando hasta el lugar de la concentración para sumarse a las protestas que pretenden llamar la atención de la comunidad internacional para que "apoyen a este pueblo que sufre la discriminación del Estado marroquí", ha explicado uno de los manifestantes en declaraciones a EL PERIÓDICO. "¡Ya tenemos más de 2.600 jaimas! Cuando sobrepasan las mil, ya deben ser reconocidos como refugiados, según Naciones Unidas", ha recordado.

A LA ESPERA DE RABAT

Un amplio cordón policial y militar rodea a las miles de jaimas y de saharauis que durante todo el fin de semana no han podido recibir agua, alimentos o medicamentos porque las autoridades marroquís "han interrumpido" el suministro. Según fuentes cercanas a los organizadores de esta movilización, los saharauis están esperando que el Gobierno marroquí envíe una delegación para alcanzar un acuerdo y "ponga fin a tantos años de marginación y sufrimiento".

Pero las manifestaciones no solo hacen alusión a las reivindicaciones territoriales. Buena parte de la población saharaui se subleva a esta hora para exigir a Marruecos "respeto a los derechos de los saharauis" como primer paso para un proceso negociador entre el Polisario y Marruecos que ponga definitivamente fin al eterno conflicto del Sáhara Occidental. "Primero nuestros derechos y luego hablamos de autonomía o bajo qué bandera nos gustaría vivir", han señalado desde El Aiún ciudadanos saharauis desvinculados de la militancia.

El Polisario, por su parte, ha pedido a la comunidad internacional un compromiso basado en la justicia y el derecho para encontrar una salida a los más de 30 años de litigio.