Lastrado por una fuerte impopularidad, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha optado por la discreción para celebrar el primer aniversario de su elección al Elíseo. El jefe de Estado conservador viajó hoy al sureste del país para hablar de asuntos laborales y sociales y, por la noche, ha invitado a cenar en el Elíseo, sin cobertura mediática, a los miembros de su Gobierno y sus cónyuges.

"No está previsto", según su entorno, aunque tampoco se descarta del todo, que Sarkozy acuda antes de la cena a la reunión organizada para los nuevos militantes de su partido conservador, la UMP, en la Sala Gaveau, cerca de la sede parisina de la formación gobernante. Fue en esa sala donde hace hoy un año pronunció su discurso de victoria, tras cosechar, en las urnas, más del 53 por ciento de los votos en la segunda y última ronda de las Presidenciales, en la que derrotó a la candidata socialista, Ségolène Royal. Un portavoz de la UMP y consejero del Elíseo, Dominique Paillé, ha dicho que Sarkozy será recibido "calurosamente", si va, como desean a la reunión, a la vez que recalcó que no se trata de "festejar" el primer año de su quinquenio.

"La fiesta es para el término del mandato", sentenció Paillé, para quien la popularidad de Sarkozy habrá remontado "considerablemente" para entonces, una vez que las reformas emprendidas hayan dado frutos. En la misma tónica que las encuestas divulgadas en los último días, con motivo del aniversario, una, de LH2, publicada hoy, muestra un nuevo descenso, de cuatro puntos, de la cota de confianza de los franceses en Sarkozy, que cae al 36%, el nivel más bajo medido por este instituto demoscópico desde el 6 de mayo de 2007.

Opiniones negativas en casi todos los frentes

La opinión de los sondeados es negativa en prácticamente todos los frentes, salvo la política europea de Sarkozy, vista "más bien como un éxito" por un 43%, frente a un 37% que opina lo contrario. Para el 85%, la acción de Sarkozy, que había prometido ser "el presidente del poder adquisitivo", ha sido un fracaso en este ámbito. El secretario general del Elíseo y brazo derecho del jefe de Estado, Claude Guéant, reconoció hoy que su popularidad "ha caído", pero argumentó que "las reformas y los objetivos" fijados concitan "una amplia aprobación" de los franceses.

En la emisora "RTL", Guéant dijo que el año transcurrido (Sarkozy sucedió a Jacques Chirac en el Elíseo el 16 de mayo de 2007) ha estado muy cargado, "conforme" a los objetivos fijados. "Es el comienzo de un cambio que debe continuar. El cambio no siempre es fácil, pero debe hacerse por el bien de Francia y de los franceses", argumentó. Sobre el reciente cambio de estilo de Sarkozy, dijo que ha "modificado su práctica del poder para tomar en cuenta la experiencia adquirida y simplificar su relación con los franceses" y hacer más fluida su "pedagogía de la reforma".

Del "hiper-presidente" que ocupaba todo el terreno, exhibía su afición al lujo y su vida privada, Sarkozy se ha vuelto más discreto y sobrio, un cambio en el que sus asesores ven en parte la mano de su nueva esposa, la cantante y ex modelo italiana Carla Bruni. Pero hasta el momento el cambio de estilo no ha invertido la caída de su popularidad, como tampoco su admisión de que ha cometido "errores", si bien sigue resuelto a mantener las reformas.

Con sondeos que hacen de él el más impopular de los presidentes de la V República tras casi un año en el cargo, Sarkozy afronta ahora un período potencialmente muy conflictivo, ya que las negociaciones con los interlocutores sociales entran en una fase álgida en asuntos explosivos. Entre ellos, la reforma de las pensiones y de los hospitales, la no sustitución de uno de cada dos funcionarios que se jubilen, el sistema de subsidios de paro o la Seguridad Social. Y, en el frente internacional, asumirá el primero de julio la presidencia semestral de la Unión Europea, con una agenda muy cargada.