A estas alturas, decir que la situación en Oriente Próximo es un callejón sin salida es un tópico que suele usarse las pocas veces que el macabro marcador de muertos muestra más israelís que palestinos. Como esta semana, que empezó con la emboscada de Hebrón y acabó con el atentado de ayer.

SHARON, CONDICIONADO

Doce israelís murieron en la emboscada del pasado viernes en Hebrón. Al menos otros 11 fallecieron en el atentado de ayer. En medio, una mujer murió cuando su coche fue tiroteado en Ramala. No ha sido la peor racha para Israel, pero hacía tiempo que no eran tan duramente golpeados.

Difícil tesitura para el primer ministro, Ariel Sharon, embarcado en plena campaña electoral contra Binyamin Netanyahu en el Likud. La cita con las urnas ha condicionado las respuestas de Sharon. No puede ser muy duro para no irritar a EEUU, pero tampoco puede pasar por débil cuando Netanyahu lo adelanta por la derecha.

MENSAJE PARA EL LABORISMO

"Sharon y Mitzna son iguales: los dos están a favor de un Estado palestino", declaraba ayer Netanyahu, refiriéndose al recién elegido líder laborista, el moderado Amram Mitzna, que defiende entablar negociaciones con los palestinos y, en caso de que el diálogo no avance, una retirada unilateral israelí.

Muchos analistas consideraban el atentado de ayer una respuesta de Hamas a la irrupción de Mitzna en el mapa político. Sea cierto o no, una ola de violencia contra los israelís no beneficia demasiado al denominado campo de la paz en las elecciones. Hamas es coherente: todo político israelí es lo mismo, y la resistencia seguirá mientras continúe la ocupación.

Los radicales palestinos pueden decantar unas elecciones israelís. Pero difícilmente perjudicarán a unos laboristas a quien todos dan por hundidos.

CAMBIO DE ESTRATEGIA

Por mucho que los políticos y la maquinaria propagandística israelí se empeñe, la emboscada de Hebrón y el atentado de ayer no pueden ser considerados igual. La emboscada de Hebrón fue un ataque contra el Ejército --fallecieron nueve militares-- en el que murieron tres civiles. Si es que los colonos armados pueden ser considerados civiles: los tres murieron luchando contra la Yihad al lado de los soldados y fueron enterrados con honores militares.