Los jueces son quienes mandan gente a la cárcel, pero en California, donde hace ya tres años que se declaró un estado de emergencia en el sistema de prisiones por la superpoblación carcelaria, han tenido que hacer lo contrario: exigir que se reduzca la población presa. Tres magistrados federales dieron el martes un plazo de 45 días al estado gobernado por Arnold Schwarzenegger para presentar un plan que en dos años reduzca el número de presos y deje las cárceles con un máximo de 115.000 reclusos, lo que equivale al 137% de su capacidad. Ese requerimiento obligará a liberar o a buscar alternativas para cerca de 43.000 reos.

Las demandas de presos por las condiciones en que viven llevan más de una década en los tribunales. Y ahora, cuando una de las propuestas para luchar contra un déficit estatal de 18.000 millones de euros es recortar en 834 millones el presupuesto para prisiones, los tres jueces creen que "una acción rápida es necesaria".

CONDICIONES "ATROCES" Los magistrados anunciaron su decisión en un documento de 185 páginas, que denuncia las "atroces" condiciones de las superpobladas cárceles, que fomentan la criminalidad y son inconstitucionales. Y concluyen: "las deficiencias constitucionales en el sistema médico en las prisiones no pueden resolverse sin la reducción de prisioneros". El fiscal general, Jerry Brown, anunció que cumplirá la orden de preparar un plan pero cuestionó la decisión: "¿Qué prisioneros hay que dejar libres? ¿Dónde hay que liberarlos? ¿Qué pasa cuando cometen otro crimen? Hay muchas cosas que no están claras", dijo.

La reforma del sistema carcelario californiano es el centro de un debate legislativo que debe celebrarse a final de mes. Y la propuesta de Schwarzenegger es utilizar distintas opciones, como reducciones de sentencias o cambios en los parámetros para dar la libertad condicional. Con medidas como esas o con arrestos domiciliarios para presos a los que les queda menos de un año de sentencia o son mayores o enfermos, ha calculado poder reducir la población reclusa en unos 37.000 presos.