Tan solo 24 horas después de que se haya celebrado el referéndum de independencia del Kurdistán iraquí -del que se desconocen aún los resultados oficiales- las autoridades de esta por el momento región de Irak ya se han quedado solas. Nadie en Oriente Medio -exceptuando Israel- se muestra dispuesto a tratar con el presidente del Kurdistán iraquí, Masoud Barzaní; y el Gobierno de Irak, que hasta la celebración del referéndum se mostraba abierto a la negociación, ahora se niega a hacerlo, lo que supone un problema para las autoridades kurdas de Erbil. Barzaní convocó este referéndum -no vinculante- para, después, empezar a negociar la independencia del Kurdistán con el Gobierno central: pero parece que el presidente kurdo se sentará solo en la mesa.

«No estamos preparados para discutir de los resultados del referéndum porque es inconstitucional», dijo el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, en un discurso después de la votación: Al-Abadi concurre a las elecciones el año que viene y no puede permitirse perder un tercio del territorio de su país; justo una parte con enormes reservas de petróleo. Además, el Gobierno iraquí ha dado un ultimátum de tres días para que entregue el control de los aeropuertos de su territorio.

Y no solo amenaza el Gobierno iraquí. El Ejército empezó ayer, junto con los de Irán y Turquía, maniobras en la frontera norte, en la zona turca. Irán, además, cerró su frontera con el Kurdistán iraquí, algo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también amagó con hacer. «Si cerramos la válvula -el petróleo kurdo pasa por Turquía para llegar al resto del mundo-, este asunto se acaba. Sus ingresos vienen de ahí. Se quedarán sin nada que comer», amenazó ayer Erdogan.

El presidente turco fue más allá: «Tenemos todas las opciones para parar la independencia. Medidas económicas y militares [el cierre de] los espacios aéreos y terrestres, todo se está evaluando. Nos equivocamos con Barzaní. Tras pasar por la mejor época de relaciones en la historia, esta decisión [del plebiscito] es una traición abierta a nuestro país», dijo. Solo Estados Unidos ha dicho que no cambiará su relación con los kurdos de Irak.

Y, sin embargo, la primera noche tras el referéndum, en el Kurdistán iraquí hubo fiesta. En la votación, según el Gobierno regional, participó el 72% de la población, una cifra que primero subió y después bajó a causa de que no había un censo claro.

RESULTADO / Erbil anunció que dará el resultado definitivo entre hoy y mañana, pero se espera que el sí sea abrumador. Pese a las circunstancias -crisis económica por la caída del precio del petróleo, guerra contra el Estado Islámico y críticas de ciertos sectores de la población contra la «corrupción y abuso del Gobierno regional»- la gran mayoría de kurdos sueña con un Estado llamado Kurdistán.

Divididos entre Irak, Irán, Turquía y Siria tras la caída del Imperio Otomano, la mayoría de kurdos de estos países ven con buenos ojos el referéndum; algo que no comparten sus dirigentes. En Turquía, la guerrilla del PKK y el partido pro-kurdo HDP abogan por un sistema autonómico «a la española». Y en Siria, los kurdos ya son autónomos respecto a Damasco, algo que el régimen de Bashar el-Asad se ha mostrado abierto a negociar y establecer «una vez termine el conflicto».