Turquía ha suspendido las relaciones políticas y militares con Francia en respuesta a la aprobación hoy por el Parlamento francés de una ley que castiga con pena de cárcel la negación del que denominan "genocidio" armenio.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció la medida en una rueda de prensa, en la que definió como "injusta, racista, discriminatoria y hostil hacia Turquía" la ley francesa, que prevé multar con 45.000 euros y un año de cárcel a quien niegue el carácter de genocidio al exterminio armenio ocurrido en 1915.